En 1967, Fresmak desarrolló la primera mordaza de alta presión del mundo, equipada con un multiplicador de fuerza en el husillo. Gracias a este multiplicador, se obtiene una elevada fuerza de amarre con un mínimo esfuerzo.
De la mano de los principales fabricantes de máquina herramienta, Fresmak ha ido desarrollando nuevos modelos y variantes de mordazas adaptadas a las especificaciones de los centros de mecanizados más innovadores.